¿EP? ¿LP? ¿45 o 78 r.p.m.?
A pesar de que el disco de vinilo es un invento que apareció hace casi un siglo y que para muchos puede estar casi obsoleto, la realidad es que, desde hace unos años ha demostrado estar de regreso y se ha convertido en el favorito de la mayoría. Ya sea por su sonido cálido y la capacidad de recoger absolutamente toda la información que los micrófonos capturaron durante la grabación del evento musical, o por la emoción de buscar y encontrar el vinilo de su banda o cantante favorito, hasta ser cautivado por el arte de una obra musical que aún se desconoce.
¿Qué tanto sabes de la historia del vinilo? En esta ocasión en La Ballena Parlante hemos preparado un breve recuento informativo sobre lo que fue y es el vinilo actualmente.
Los discos de vinilo también llamados discos gramofónicos, tienen una amplia historia y se han modificado con el paso de los años, son un medio de almacenamiento de sonido analógico en forma de disco de policloruro de vinilo, el cual se marca con una forma de espiral modulada, por lo regular el corte comienza en el contorno del disco y termina cerca de centro.
Estos discos derivan de un disco maestro, es decir un disco hecho de aluminio recubierto con esmalte negro, parecido a los vinilos, pero algo más grande, del cual se replicarán cientos de vinilos. Fueron el formato, que suplió a los anteriores discos que estaban hechos con materiales de procedencia metálica y otros compuestos, lo cual hacía que tuvieran mayor fragilidad y desgaste.
Además, los discos de vinilo pueden clasificarse de diferentes formas ya sea por su diámetro (en pulgadas). Los tamaños más comunes son: siete, diez y doce pulgadas de diámetro (que hoy en día ya no se producen), o que dependen de la duración del contenido grabado en los discos o por la velocidad (en revoluciones por minuto, o RPM) a la cual giran cuando son reproducidos en un tocadiscos. La velocidad más utilizada durante el siglo pasado fue de 78 RPM.
E incluso pueden clasificarse por la cantidad de material que contienen, ya sea que sean “Sencillos” (una canción por lado), “Extended Play” (3-5 canciones) o “Long Play” (más de 5 canciones).
Los discos de 78 RPM
Los discos con el formato de 16'' que gira a 78 RPM fueron los primeros que se fabricaron. Son de color negro, grandes, pesados y sólo se pueden reproducir en un fonógrafo. Mucha música popular de principios del siglo pasado se registró en estos vinilos que actualmente son oro para los coleccionistas.
La mayoría de los 78 RPM en realidad estaban hechos de minerales y fibras de algodón que eran unidos con una resina llamada goma laca. La goma laca es más frágil que el vinilo, así que estos discos son más frágiles. El polvo ponía en riesgo la calidad del audio, produciendo más crujidos cuando entraban en contacto con la aguja, y por lo regular solo se podía grabar una canción por cada lado.
Los discos de goma laca son mucho menos durables que la nueva generación de vinilos, así que muchos de los 78 RPM son raros de encontrar y su calidad de reproducción disminuye mucho con el tiempo.
Los discos de 33 RPM
Los primeros discos de 33 RPM salieron a la venta justo en la época de la gran depresión de 1929. Al coincidir con esta gran crisis, no tuvieron mucho éxito, ya que el nuevo formato implicaba comprar nuevos equipos. Fue hasta 1948, que los discos de doce pulgadas (30 cm) y con un agujero pequeño, fueron presentados por la empresa de Columbia Records en una rueda de prensa en Nueva York.
Los discos de vinilo grabados a 33 RPM son muy conocidos por ser llamados LP (Long Play, larga duración) esta denominación es por la diferencia entre la duración de grabación de un disco de 78 RPM frente a uno de 33 RPM.
Es la velocidad más usada a la hora de grabar discos de vinilo por la fidelidad. Los discos de 7 pulgadas podían contener 2 o 3 canciones, mientras que los de 12 pulgadas podían tener de 4 a 5.
Los discos de 45 RPM
La casa discográfica estadounidense Victor RCA en 1950, comenzó a vender los primeros discos con una velocidad distinta, a 45 RPM, y en discos de 7" de diámetro además con un agujero en el centro más grande, para que pudieran ser reproducidos en los nuevos sistemas del momento, como las "rockolas", casi al mismo tiempo que cuando salieron los 33 RPM.
A pesar de usar la misma tecnología de micro cortes, los 45 RPM normalmente eran llamados “Singles” porque casa lado normalmente tenía una sola canción.
Los sencillos de 45 RPM tuvieron su gran auge con el surgimiento del rock and roll, y superaron en ventas a los de 78 RPM a principios de 1958. Pero fue a finales de la década de 1960 cuando las ventas de sencillos decayeron, y las ventas del formato de LP comenzaron a superarlo.
Los discos de 8 y 16 RPM
Aunque son menos comunes, algunos discos de vinilo de los sesenta y los setenta fueron hechos con cortes extremadamente angostos y se reproducían a velocidades muy lentas para una longitud de grabación máxima.
Formatos como los discos de 8 1/3 y de 16 2/3 podían tener de 90 hasta 180 minutos, respectivamente, pero no se utilizaban para la música.
Los cortes en estos discos son solo lo suficientemente amplios para grabar la palabra hablada y no el rango necesario para música de alta calidad.
Desde los años 70 a la actualidad
Fue en los años 70, cuando comenzaron a aparecer discos con otros colores: rojo, verde, amarillo, transparentes, multicolores, con imágenes o patrones muchos de ellos con la etiqueta de “edición limitada para coleccionistas”.
También en esa época surgieron los “flexidiscos” que, en aquel entonces, servían para para promocionar sencillos y en general venían como regalos en las revistas de música, estos están hechos de una fina lámina de plástico que se puede doblar.
Los vinilos modernos de 180 y 200 gramos, son altamente cotizados por los coleccionistas, ya que al ser un disco más pesado tiene mejor estabilidad, y menos ondulación, por lo tanto, el recorrido de la aguja en el corte es mejor, y eso asegura que el sonido también.
Hay otro grupo de coleccionistas que considera que los discos de 120 y 150 gramos mantienen una mayor fidelidad, la realidad es que el mejor sonido dependerá en gran medida de la edición y el master que se haya utilizado.
Además de que hoy en día se puede grabar casi sobre cualquier superficie, acrílico, madera, papel; prueba de ello lo que pasó con el famoso disco de oro grabado a 16 2/3 revoluciones por minuto, la mitad de la velocidad de un disco convencional de 33, que se envió al espacio dentro de la sonda Voyager y que incluye saludos hechos en más de 50 idiomas, sonidos de la tierra y música, demostrando nuevamente la versatilidad y alcance de esta técnica.
Finalmente, este suceso acontecido hace más de cuarenta años me hace pensar que quizás algún día, tal vez en miles de millones de años, seres de otros planetas podrían sorprenderse al encontrar una vieja nave procedente de la Tierra. Aquella sonda Voyager, hoy, está helada como el espacio que la rodea, su fuente de energía nuclear hace mucho que se ha agotado, y una antena distintiva y blanca, apunta silenciosa hacia al vacío, cargando con ella con disco que guarda aún nuestro mensaje de presentación en su viaje por las estrellas.