Antes de la era digital y aún después de ella, las portadas de los discos representaron un elemento primordial en la cultura musical. Dichas portadas se convirtieron en testigos de una época donde todo estaba en revolución, la música, la religión, la política, la sexualidad, el arte, el pensamiento e incluso la moral.
Las portadas de los discos sin duda han consagrado cada propuesta sonora, y han sido a su vez el lienzo de pintores, artistas gráficos, fotógrafos e ilustradores. Tuvieron que pasar décadas llenas de censura, para que los artistas de hoy pudieran expresarse en “plenitud”.
En esta ocasión La Ballena Parlante ha preparado un artículo para recordar aquellas portadas que se enfrentaron a esa censura, aquellas primeras propuestas del artista y sus colaboradores que fueron rechazadas por la industria y que en su mayoría tuvieron que ser cambiadas para cumplir con la imagen amable y propia que se esperaba.
Iniciamos esta selección con el cuarto disco de Red Hot Chili Peppers titulado Mother´s Milk, lanzado el 16 de agosto de 1989 por EMI Records. El disco tuvo gran éxito comercial incluso más que cualquiera de sus anteriores alcanzando disco de oro a principios de 1990. La portada del álbum muestra una foto en blanco y negro del grupo sobre los brazos de una mujer completamente desnuda de la cintura para arriba. Cuenta la historia que Kiedis se inspiró en un póster de los sesenta de Sly and the Family Stone. Todo iba de maravilla hasta que la modelo de la carátula, Dawn Alane demandó al grupo porque no le avisaron que ella sería la imagen de la placa. Al final se llevó una buena compensación económica de 50 mil dólares, pero la polémica no paró ahí.
Seguimos con un álbum lanzado en 1971, Sticky Fingers de los Rolling Stones cuya portada ofendió de tal manera al público que tuvieron que cambiarla por completo. Aunque parezca difícil de creer, la ligera “protuberancia” que se ve en los jeans ajustados molestó a más de uno. La portada del álbum fue realizada a partir de un diseño del artista pop art Andy Warhol para el que posó uno de sus modelos habituales, Joe Dallesandro: unos pantalones vaqueros con una cremallera de verdad que se abría. Mientras que la obra de arte fue concebida por Warhol, la fotografía fue de Billy Name y el diseño fue de Craig Braun. En países como España, la portada fue censura y reemplazada con una portada "Can of fingers", diseñada por John Pasche y Phil Jude.
The Man Who Sold the World es el tercer álbum de estudio del músico y compositor inglés David Bowie lanzado entre 1970 y 1971. Bowie buscaba que las canciones estuvieran acompañadas de una portada que llamara la atención, pero su compañía discográfica no estaría tan de acuerdo con sus ideas, la primera carátula incluía un dibujo creado por el amigo de Bowie, Michael J. Weller, en el cual se veía a un vaquero caricaturizado frente a un asilo mental. La idea era que capturara el tono premonitorio y futurístico de la música, tanto así que en un inicio, la placa se iba a llamar Metrobolist (como una sátira a Metrópolis de Fritz Lang).
Después se contrató al fotógrafo Keith MacMillan para proponer una nueva portada que es la que muchos conocemos, aparece Bowie usando un vestido mostrando un aspecto andrógino. A Mercury no le gustó la foto y lanzó la placa con la imagen de Michael J. Weller, algo que el propio músico jamás aprobó, pero presionó para que la versión de MacMillan fuera la tapa de The Man Who Sold the World en el Reino Unido.
La banda alemana tuvo que cambiar por completo su portada ante el descontento del público, pese a que el pecho de la mujer que aparecía sentada en el asiento trasero de un automóvil no se mostraba con una intención morbosa. El diseñador gráfico británico Storm Thorgerson de la firma Hipgnosis creó la portada original del álbum. El artista creó alrededor de diez propuestas, en la seleccionada aparecía un hombre y una mujer vestidos con ropa formal sentados en la parte trasera de una limusina, con una vaga semejanza a los personajes de ficción Lucy y Ricky Ricardo de la comedia de televisión estadounidense de los años 1950, Yo Amo a Lucy. La imagen fue censurada en varios países por considerarla sexista, porque la mano del hombre estaba conectada a uno de los senos desnudos de la mujer por medio de un chicle estirado. Uno de los países que la censuró fue los Estados Unidos, porque las tiendas distribuidoras no la querían en sus estantes. Por ese motivo, Mercury la cambió por una imagen de un escorpión azul dentro de un fondo negro, que curiosamente llegó a ser muy popular entre sus fanáticos.
Esta portada estaba basada en la pintura de Robert Williams que tiene el mismo nombre del disco, en donde una máquina llega para destruir a un robot violador que acababa de atacar. Por supuesto escandalizó a gran parte de la sociedad y tras las críticas tuvieron que cambiar la imagen. La portada original de Guns N 'Roses' “Appetite for Destruction” se basa en una pintura de Robert Williams mostrando una criatura de metal que se convierte en un violador. Sin embargo, la que salió al mercado es la icónica imágen de las 5 calaveras en una cruz. En una entrevista de 2016, Billy White Jr. explicó: "La cruz y las calaveras fueron idea de Axl. El trabajo del nudo en la cruz era una referencia a Thin Lizzy, una banda que Axl y yo amamos". Robert John, Marc Canter, Jack Lue, Leonard McCardie y Greg Freeman tomaron las fotografías utilizadas para la parte posterior del álbum.
En 1993, Pantera y su sello, East / West, contrataron al fotógrafo Dean Karr, quien previamente había tomado fotos de mujeres desnudas para el álbum Undertow de Tool, para crear una portada para el séptimo disco de la banda, Far Beyond Driven. La fotografía elegida fue editada y presentada como la portada, y aunque se sabe de fueron impresos algunos discos con esa portada original, los productores se retractaron al poco tiempo porque les pareció bastante fuerte para el público, “un tornillo en el trasero de una mujer”, decidieron cambiarla por una donde el tornillo se mostrara incrustado en un cráneo.
Otra portada que fue censurada es la que llevaba originalmente “Time and A Word” de la banda legendaria YES. En el diseño de portada aparece una mujer fotografiada en blanco y negro y que luego es superpuesta en un diseño de fantasía en una sala de suelo ajedrezado y un paisaje de salida al fondo de la misma. En la imagen se veía claramente los pechos de la mujer, sin tapar u ocultar sus pezones. El diseño original de 'Time and a Word' era de Laurence Sackman, pero el sello discográfico, Atlantic, finalmente optó por cambiar la portada del disco por una simple fotografía del grupo, aunque con el tiempo se ha hecho también muy querida por la trascendencia del disco. La censura se dio principalmente al público en EUA, ya que se creía que sería transgresor para su cultura.
Considerada como una de las portadas icónicas del rock a nivel mundial, generó una fuerte polémica en su tiempo (y aún hasta hoy) por sus múltiples interpretaciones. En ella aparece una menor de edad desnuda sosteniendo un jet futurista, mientras mira al espectador con un rostro relativamente neutro y con la boca semiabierta. Se aseguraba que en ella se promovía la sexualidad adolescente, de la mano de una menor, quien estaría sosteniendo un supuesto símbolo fálico. La portada corrio a cargo del célebre fotógrafo y artista visual Bob Seidemann (famoso por sus trabajos junto a Janis Joplin y Grateful Dead, entre otros). La banda aseguró que la menor simbolizaba la inocencia (por eso su edad y su desnudo) y lo que sostiene en sus manos sería una especie de "fruta del conocimiento", que había sido representada por una nave espacial. En reediciones posteriores del disco, se intentó honrar la idea del grupo y del concepto de Bob Seidemann, reestrenando la fotografía de Mariora Goschen, tapando parte de sus senos con el nombre de la banda.
En 1975 la portada del noveno y clásico álbum de Pink Floyd “Wish You Were Here” fue prohibida en muchas tiendas por ser "demasiado violento". El disco comenzó a venderse en un envoltorio oscuro haciendo que la portada fuese “invisible”. La portada del álbum se inspira en la idea de que la gente suele reprimir sus verdaderos sentimientos, por miedo a “quemarse”, por lo que aparecen dos empresarios chocándose las manos, mientras uno de ellos está en llamas. Para la foto se utilizó a dos especialistas (Ronnie Rondell y Danny Rogers), uno de ellos embutido en un traje ignífugo y un traje de negocios encima del mismo. Tenía la cabeza protegida con una capucha, debajo de una peluca. La contracubierta del álbum representa un «empresario Floyd» sin rostro, que en palabras de Thorgerson estaba «vendiendo el alma» en el desierto (fotografiado en el desierto de Yuma en California).
Cerramos esta selección con uno de los discos más aclamados de la banda progresiva Rush titulado Hemispheres. En la portada cuyo contacto visual inicial es un hombre de pie, desnudo, con el brazo izquierdo apuntando a otro hombre formalmente trajeado. Ambos sobre un cerebro. Este último con sombrero, portando lo que pareciera ser una sombrilla en la mano izquierda, y sospechosamente caminando hacia el desnudo ser. La imagen es del fotógrafo Yosh Inouye, y rápidamente fue rechazada por la industria al considerarla inmoral por mostrar un desnudo explicito y que insinuaba homosexualidad.
¿Cuáles son tus favoritos? ¿Qué otro disco agregarías?