El año 2022 ya inicio pero el segundo mes de año se va despidiendo y muchos de nosotros tenemos la energía a todo para emprender grandes objetivos, quizás sea esa una de las razones por las cuales algunas bandas eligieron el mes del amor para lanzar su obra musical y es que muchos de estos discos son el resultado de un extenso trabajo y planeación de un año posterior. En este segundo artículo del mes de febrero La Ballena Parlante ha preparado una lista con grandes discos que fueron lanzados en el mes de febrero de algún año. ¿Cuál es tu favorito?
Lanzado el 2 de febrero de 1981 en el Reino Unido
Martin Birch realizó un estupendo trabajo de producción con este segundo álbum de estudio de la “Doncella de Hierro”, grabado entre noviembre de 1980 y enero de 1981 en los Battery Studios de Londres. Steve Harris compuso todos los temas, y solamente uno de los 10 incluidos fue coescrito con Paul Di´Ano. “Wrathchild”, “Murders in the Rue Morgue”, “Killers”, “Purgatory” y la instrumental “Genghis Khan” son temas que se volvieron clásicos.
Pocas bandas en la historia de la música pueden enorgullecerse más que el proyecto de un genio como Ritchie Blackmore, el éxito de “Difficult To Cure” no se puede comparar al de sus tres primeros lanzamientos pero uno de los sencillos más exitosos de la banda sería la versión de Russ Ballard que abriría el álbum, “I Surrender”, tema que se colaría en el tercer puesto de las listas de éxitos británicas. La calidad que atesora un lanzamiento como este es indescriptible, pese a que muchos seguidores de la banda acabarían dejando de lado el proyecto de Blackmore en busca de sonidos más duros. Grabado en dos estudios, uno en Dinamarca (Sweet Silence) con Graham Bonnet en la voz, y posteriormente en los Kingdom Sound Studios de Nueva York, ya con Joe Lynn Turner.
Grabado entre octubre y noviembre de 1977, en los Chipping Norton Recording Studios y los Utopia Studios de Inglaterra, el cuarto álbum de los “Sacerdotes del Metal” es una de las primeras obras maestras de Judas Priest. Un cuarto álbum en el que estrenaban un nuevo logo de la banda, y en el que inventaban un nuevo cambio de sonido y nos demostraban una vez más que eran los mejores en el Heavy Metal. Contiene muy buenos temas como “Exciter”, “Invader”, “Saints in Hell” y por supuesto la gema máxima: “Beyond the Realms of Death”. Fue el último disco democrático de la banda, pues a partir de este Glenn Tipton comenzó a acaparar no solo las composiciones junto a Rob Halford, sino también a controlar los destinos del grupo.
Este álbum es a la fecha el más popular y exitoso del trío canadiense, fue grabado entre octubre y noviembre de 1980 en Le Studio, en Quebec. El octavo LP de Rush inicia con la memorable “Tom Sawyer”, empleo por parte de Neil Peart del personaje literario de Mark Twain para crear un rebelde moderno guerrero. El instrumental “YYZ”, homenaje al aeropuerto de Toronto, es un sobresaliente corte de rock progresivo con el trío mostrando su poderío instrumental con virtuosismo y su riqueza en arreglos: funk, jazz, hard rock, incluso toques latinos. “Limelight”, “The Camera Eye’, “Witch Hunt” y “Vital Signs” siguen siendo parte fundamental de nuestras vidas.
La leyenda dice que este disco fue grabado en un solo día, el 16 de octubre de 1969, en los Regent Sound Studios de Londres, la edición y mezcla tomó otro día más. El resultado fue realmente innovador: nunca antes se había escuchado una propuesta tan terrorífica y original como esta. El sonido creado con la Fender Stratocaster y la Gibson GS de Tony Iommi, la voz inimitable de Ozzy Osbourne, el denso bajo de Geezer Butler y la poderosa batería de Bill Ward, crearon una era en la música de rock que influenció a cientos de bandas. Temas como “Black Sabbath”, “N.I.B”, “The Wizard” y ‘”Behind the Wall of sleep” son las joyas del disco.
Kiss es el álbum debut de la banda de hard rock americana del mismo nombre, lanzado en 1974. Cuando fue publicado, Kiss apenas llevaba un año de existencia. La mayoría del material del álbum fue escrito por Gene Simmons y Paul Stanley, como miembros de Wicked Lester, la primera encarnación de Kiss.
Tres semanas en los Bell Sound Studios de Nueva York bastaron para dar vida al álbum. Kiss vendió aproximadamente 75 000 copias después de su salida inicial al mercado, sin la presencia de un solo 'hit'. Temas como “Strutter”, “Nothin’ To Lose”, “Firehouse”, “Cold Gin”, eran temas sencillos pero distintos, y eso bastó impulsar su carrera.
Grabado en diferentes locaciones realizadas en diciembre de 1970, enero-marzo de 1971, mayo de 1972, y enero-febrero de 1974, este álbum doble está lleno de piezas fabulosas que ayudaron a consolidarlos como la banda más grande del planeta. La producción de Jimmy Page es impecable y la labor de cada uno de los integrantes, John Paul Jones, Robert Plant y John Bonham, es realmente magistral. Para muchos, este disco fue la obra maestra de Led Zeppelin y uno de los discos más importantes de la historia del rock, ya que encierra la esencia de cuatro músicos que siempre vieron más allá del horizonte. Cada uno de los 15 temas son dignos de ser escuchados.
Después de perder al vocalista David Byron en 1976, muchos aficionados al rock pensaban que Uriah Heep había llegado a su final. Sin embargo, el grupo se recuperó en 1977 con “Firefly”, un álbum que recuperaba el sonido del grupo en los 70. Este fue su décimo álbum que contaba con un nuevo cantante, John Lawton, cantante que había hecho fama con los alemanes Lucifer's Friend.
A pesar de que carecía de la gama vocal de David Byron, Lawton tenía una voz hard rock impresionante y emocionalmente rica que al instante encajó con el sonido de Uriah Heep. Un ejemplo ideal de esta nueva sinergia fue la canción de apertura, “The Hanging Tree”, que presenta a Lawton entregado de manera espectacular en una narración sobre un proscrito, sobre una fantasmal mezcla de sintetizadores y riffs de guitarra. Otras pistas memorables en “Firefly” incluyen “Who Needs Me”, una rebanada de boogie rock, y la epopeya prog que titula el álbum. Un trabajo que continúa el estilo definido por la banda: rock ecléctico, con marcados coros y mucho sentimiento en cada tema. Es un disco repleto de melodía, tralla y emotividad.